Las manualidades no han sido de mi gran agrado, cuando estaba en el bachillerato sufría constantemente porque tenía que hacer muchísimas para el área de educación artística, eran cosas como dibujar, llevar un álbum con varios tipos de collages, hacer figuras en plastilina y cosas por el estilo, siempre que empezaba me daba desidia y me ponía a hacer otra cosa y luego le decía a mamá que me ayudara.
Nunca pensé que en mi carrera me pusieran a hacer cosas así, cuando mi profesor de didáctica de la lengua materna I dijo que teníamos que hacer un tren de máximo treinta centímetros de largo me sorprendí mucho y lo primero que se me vino a la cabeza fue “¿con qué fin hay que hacer el tren, que iremos a hacer?”, en seguida me entró el desespero y de una vez me puse a planear la forma como lo iba a hacer, los materiales, el modelo, los colores; desde ese momento sentí el interés de hacer un buen trabajo, pienso que ésa preocupación inicial fue la que despertó en mí el interés por hace del tren algo hermoso, algo bello que fuera del agrado de Wilson y de mis compañeros, entonces, empecé por buscar imágenes de trencitos por internet, la mayoría tenían mucho complique, pero pensé que lo mejor era hacer algo sencillo pero bonito, el fin de semana era perfecto, me cayó como anillo al dedo y manos a la obra.
El lunes festivo en la tarde compré cartón paja, silicona, vinilo, un palito de balso, tijeras y regla en mano. Comencé midiendo todas las partes de una forma exacta, estaba concentrada escuchando un poco de la música que me gusta, el día se oscureció y me di cuenta que con paciencia y entusiasmo las cosas salen bien, cuando se le pone el toque del amor a lo que se hace se está libre de tensiones y de malgenio.
La experiencia con el juego de hacer el tren fue sorprendente porque hace mucho tiempo no pintaba, hace años no tomaba un pincel en mis manos, los mismo que recortar y pegar, fue un juego interesante que me abrió la mente a pensar en mi futura labor como docente y la tarea llegar a mis estudiantes que es una labor ardua, buscar el medio de enseñar de una manera que no sea monótona que llame la atención y agrande el gusto por la lectura y la escritura, la paciencia y el agrado por el trabajo son dos elementos fundamentales para llevarlos al aula.
Me agrada mucho tu trabajo, primero me impactó que eres la primera persona que veo utilizó el mismo material y color que yo en la labor del tren, eso me da curiosidad.
ResponderEliminarTe felicito por éste blog tan bien elaborado, no acostumbro a decirlo muy a menudo, pero sí cuando lo considero necesario. Es muy bueno el tratamiento que le das a la armonía entre contenidos, colores e imágenes, es bello a simple vista e interesante al detenerse a leerlo. Si lo describiera con una sola palabra ésta sería: "delicadeza" y es una palabra que representa arte, por eso la escogí para tu blog.
Un gusto ser tu calificadora.