SINOPSIS | Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. La película narra la historia de un niño de un pueblecito italiano, en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Subyugado por las imágenes en movimiento, Salvatore cree ciegamente que el cine es magia, pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvador va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa. Hermosa película, nos deja para reflexionar lo bonito que es apreciar lo que nos enseñan con amor, lo útil que puede llegar a ser el hecho de ponerle amor amor a la profesión que escogimos y sobre todo no olvidar a esas personas que nos brindan su conocimiento. |
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Reloj
domingo, 19 de febrero de 2012
Cinema Paradiso
MICMACS À TIRE-LARIGOT
SINOPSIS | Bazil es un tipo que ha logrado esquivar la muerte por segunda vez en su vida. Cuando era niño fue víctima de una mina antipersona. Él sobrevivió, pero su familia no tuvo tanta suerte. Después, de adulto, una bala perdida se incrustó en su cerebro. Bazil, que sigue vivo, conoce a unos artistas callejeros que le ayudarán a vengarse de las compañías armamentísticas que tanto daño le han hecho. |
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Preguntas sobre la Película
Preguntas de nivel literal:
1. ¿Qué significado tiene el título Micmacs à tire-larigot?
2. ¿Cómo se llaman las dos empresas que fabrican material bélico en la película?
3. ¿Cómo se llaman los amigos de Bazil?
4. Describa el lugar en el que viven los personajes amigos de Bazil
5. ¿Cuántos años tiene Bazil?
Preguntas de nivel inferencial:
1. ¿Por qué Bazil es llevado a un internado?
2. ¿Por qué Bazil pone en contra las dos empresas?
3. ¿Qué significado tienen las minas para Bazil?
4. ¿Qué secuelas quedan en Bazil después de la muerte de su padre y la locura de su madre?
Preguntas de nivel Crítico-intertextual:
1. ¿Qué opina usted del material bélico?
2. ¿Qué piensa de las personas que trabajan en esta industria?
3. ¿Es justa la manera como Bazil lleva a cabo su venganza?
4. ¿De qué manera Bazil planea los actos en contra de las empresas?
一个都不能少
NI UNO MENOS
SINOPSIS | Una niña de trece años, Wei Minzhi, que vive en un pueblo de las montañas, se ve obligada, por orden del alcalde, a sustituir durante un mes a su maestro. Éste le deja cada día un trozo de tiza y promete darle 10 yuan si consigue que ningún estudiante abandone la escuela. Sin embargo, el revoltoso Zhang Huike abandona la clase para ir a la ciudad en busca de trabajo, y la abnegada Minzhi tendrá que ingeniárselas para que regrese a la escuela. |
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TRABAJO REALIZADO SOBRE LA PELÍCULA
AUTO-BIOGRAFÍA
Era 21 de junio de 1991, en el hospital de santa Ana en Suaza, departamento del Huila, eran como las 3:30 de la mañana y mi mamá se encontraba con los intensos dolores del parto, ella dice que nací a las 4:00 en punto.
Yo no era como ella me imaginaba, no era blanca como papá, era morena como ella y en ese instante en el que las enfermeras llevan al bebé con su madre después del parto no estaba mi papá, mi madre seguía sola en esa desértica habitación que contaba con tan solo una cama y una pequeña mesa de tubo blanco, estaba solísima pues Luis Alfredo mi papá estaba en un pueblo lejano trabajando, pero apenas le avisaron el tomó la primera coomotor del día y salió corriendo a ver la recién nacida. Era una pareja joven, mi mamá tenía treinta y atendía una heladería; mi papá veintiocho y era agente de la policía, la convivencia no era muy buena, la tranquilidad la encontrábamos cuando a papá lo trasladaban de pueblo porque cuando estaba en casa las peleas entre ellos eran constantes, los gritos eran el pan de cada día. La familia estaba conformada por mi hermano Osquitar, mamá, papá y yo.
Cuando cumplí exactamente el año de edad a papá lo trasladaron al departamento de Santander, a su tierra natal San Andrés. Mamá tuvo que dejar su familia, sus amigos y tomar un rumbo totalmente desconocido, el viaje duró veinticuatro horas, solo faltaban cinco horas para llegar a San Andrés y la carretera nos tenía mareados, mamá cuenta que ella sentía que no sobreviviríamos a ese viaje tan precario, los abismos de curos parecían tragarse el camión del trasteo, el polvo estaba a punto de asfixiarnos y con tanto sobresalto por la cantidad de huecos en la carretera destapada llegamos todos maltratados al pueblo en el que nos quedamos para siempre mi madre, mi hermano y yo.
En esta foto tenía dos años
Llegamos a la casa de un tío que estaba recién casado, el día a día con esa gente era normal hasta que llegaban esas indirectas que querían decir: ya no los queremos más en nuestro hogar y como mamá siempre ha sido una persona tan sensible y sentimental irrumpía a cada momento a llorar y no se aguantaba tantas humillaciones, cuando me contaba todas esas cosas ya siendo yo grande iba poco a poco comprendiendo sobre la dificultades de la vida y los sufrimientos por los que se pasa muchas veces, me iba adaptando a esa frase tan común: “mija la vida es dura”. Después de tantas súplicas mi papá dijo: “bueno: ya tenemos casa propia”, y nos fuimos a vivir en un ranchito de la loma La Cruz, la casa estaba tan sucia que en piso no había polvo habían bloques de barro, y nos llovía más en las habitaciones y en la sala que en el mismo patio, pero mamá estaba tan feliz de tener su propio hogar que no demoró ni un día en dejar la casa limpiecita y reluciente como un diamante.
Que duro es madrugar digo ahora, uy clase a las 6:00!, pero es admirable el esfuerzo de la mujer más bella, mi mamá, se levantaba a las 4:00 am a hacer el desayuno de mi papá y de mi hermanito que se iba a estudiar, aseaba la casa con amor se quemaba con las ollas cocinando, se cortaba los dedos picando cebolla, lavaba bultos de ropa a mano en un lavadero de piedra que le lastimaba las mano y el corazón en el momento en que sacaba escritos de amor de los bolsillos de los uniformes papá. En la tarde se sentaba muy dedicada a hacer los vestidos que le mandaban a hacer las vecinas, mientras yo jugaba con los muñecos de plástico que me ganaba en las piñatas.
Cuando tenía cuatro años ya llevaba muchos días sin ver a papá y mi mamá se la pasaba llorando, tenía ocho meses de embarazo, mi hermano la abrazaba a toda hora y no paraba de consentirle la cabeza, yo sentía tanta tranquilidad al no escuchar gritos ni regaños ni ver maltrato, pero al tiempo tanta tristeza de ver a mamá hundida en ese mar de llanto diciendo que él ahora tenía otra familia, que solo faltaba un mes para que se casara con otra mujer, que estaba en Bucaramanga, que jamás volvería.
El día del matrimonio mi hermanita Luisa Fernanda nació, un 25 de diciembre del año1995, ella le llenó el corazón de esperanza a mamá y la sacó de esa tuza en la que andaba, no había tiempo de llorar solo de sacar adelante a tres hijos. Entonces mamá empezó a trabajar muy duro con la máquina de coser, día y noche se la pasaba haciendo vestidos; los sábados (día de mercado) levantaba a mi hermano a las cinco de la mañana para que fuera al parque a armar la caseta en la que vendía ropa interior. A las siete de la mañana ya estaba lista para bajar con la bebé Luisa en el coche, en la otra mano una maleta repleta de ropa y yo detrás corriendo para no quedar sola, mientras ella vendía yo dormía debajo de la caseta. Los domingos, día de mercado en el pueblo vecino Guaca, ponía el puesto sobre un plástico en un andén muy bajito que quedaba más arriba de la plaza de mercado, mi hermano subía a embetunar zapatos para ayudar con los gastos de la casa, compraba panela, cebolla larga y moras para la semana.
Cada día la vida era más dura ya que a medida de que íbamos creciendo las necesidades aumentaban a nuestro ritmo; que los útiles escolares, que lo del refrigerio, que los uniformes etc. Pero ahí estaba mamá sacando de donde no tenía para suplir nuestras carencias, a punta de vestiditos, con la cara quemada por el sol de las mañanas del sábado y el domingo, ahí estaba mamá viéndonos crecer cada día más, ahí estaba reprendiéndonos y dándonos correa cuando era necesario.
Una anécdota que me marcó la vida fue cuando un día mi mamá mandó a Osquitar a traer a Fer del jardín o guardería como allá le llaman, él tenía como dieciséis, ella como tres y yo nueve años, iba por esa loma arriba con la niña a tuche cuando vimos que todo el mundo empezó a correr, que la gente gritaba, y que mi mamá salió corriendo de la casa a buscarnos, cuando entramos los tres temblábamos al escuchar los gritos de los policías que pasaban corriendo frente a la casa, las balas, el helicóptero, todo era un caos, la crisis del año 98 estaba azotando también nuestro bello San Andrés, fue un hostigamiento que empezó a las cuatro de la tarde y terminó a las cinco, pero dejó un saldo de dos muertos y varios heridos. De ese momento en adelante todos caminábamos con cautela por las calles del pueblo pendientes de la hora en que tuviéramos que salir corriendo, muchas veces tuvimos que tirarnos al suelo cuando estábamos en la escuela porque hasta en esa momento la guerrilla hacía de las suyas infundiendo el terror en los habitantes del pueblo.
Me acuerdo que cuando mi hermano salía de vacaciones a Bucaramanga, mi papá le conseguía trabajo descargando camiones, y cuando regresaba al pueblo a continuar con su bachillerato llegaba con muñecas para nosotras y una cajota de mercado para mi mamá, de ahí y por tantas cosas buenas que ha hecho por nosotras, le tengo un afecto muy especial lo considero mi hermano favorito.
Mis hermanos Oscar Javier y Luisa Fernanda
foto reciente
Cuando entré al bachillerato, a la Escuela Normal Superior María Auxiliadora a sexto grado en el año 2002, fue un cambio brusco porque la directora del grupo era una monja que me la tenía montada, yo no era una niña a la que la mamá le andaba revisando hoja por hoja del cuaderno y está ahí pendiente de que haga las tareas, mi mamá se iba a trabajar y yo era responsable de mis notas, así ha sido toda la vida.
Ese mismo año Oscar se fue de la casa, se fue a la policía para empezar a tener un sueldo fijo, se fue a buscar una vida "cómoda" ya que mi mamá no contaba con los recuersos suficientes para pagarle la carrera que el quería estudiar. Recuerdo que mamá lloraba todo el tiempo, se comunicaban por cartas, a veces, él le enviaba fotos de la escuela y por detrás unas largas líneas contandole como era la vida por allá, ella lloraba todo el tiempo pensando en el bienestar de su hijo, mi mamá nos quiere con todo su corazón, es una mujer fuerte, con grandes aspiraciones, no se deja vencer y quiere lo mejor para nosotros, ella es lo más importante que tengo en la vida, a quien le rindo cuentas y es la columna indispensable que sostiene el castillo de mi vida.
Mi mamá "Martica"
Considero que le he dado sufrimiento a mi madre por el aspecto de mi genio, acepto que soy muy temperamental y que en ocasiones por esto puedo llegar a herir a las personas que me quieren, cuando tenía catorce años empecé mi primera historia de amor, llegó a la normal un chico de guaca a cursar el grado noveno, yo iba empezaba décimo, él tenía dieciseis, desde el primer día que lo ví me revolotearon mariposillas en el estómago, era algo muy bonito, el problema era que era novio de una compañera mía, pero me gustaba tanto que un día por un impulso le mandé una chocolatina con Copetran un compañero que era amiguísimo de él, yo pienso que William se cuadró conmigo más por presión de Cope que por que yo le gustara, lo único que puedo decir es que las cosas entre los dos se dieron, nos cuadramos y como al mes mi mamá se enteró y casí se muere, a parte de una cachetada que marcó por el resto de la vida, las cantaletas eran constantes y aburridoras, hasta que un dia le tomó aprecio al muchacho y le dió la entrada a la sala de la casa. William era un joven aficionado al futbol y amante de las matemáticas, era la única materia en la que le iba bien; nuestro noviazgo duró un año, llegué a quererlo mucho pero poco a poco se fue disminuyendo esa chispa que al principio era muy viva, me aburrí, dejé de quererlo no sé por qué, pero a él le afectó mucho, yo tan solo tenía quince años, mi mamá me mantenía vigilada las veinticuatro horas del día y temía que conociera cosas que a mi edad no debería conocer, ésa era realmente su preocupación. Mil veces me lo ha dicho, "todo lo que hago, lo hago por ustedes, para que tengan lo que yo no tuve, estudien que ésa es la única herencia que yo les puedo dejar" y así lo estamos haciendo, mi hermano tiene un lindo hogar, tiene una mujer que lo adora, un hijo hermoso al cual amo con toda el alma, porque la realización del ser humano no es tan solo económica sino también a nivel personal, es tener un hogar lleno de amor y comprensión.
Mi hermana, mi cuñada, mi hermano, mi sobrino y mi madre.
Cuando cumplí los dieciséis años ya iba pensando en mi futuro, la carrera que iba a seguir. En San Andrés hay dos carreras que son muy apetecidas por la gente, el derecho y la policía, pues por el simple hecho de que una persona llegue con carro es de gran admiración, y por eso mismo le ponen el calificativo de “doctor(a)”. Hasta ese momento eso era lo que yo aspiraba ser, abogada. Cuando finalizó el año estaba muy angustiada porque mi icfes era muy bajo y no me alcanzaba el puntaje para entrar a la UIS y o único que se le vino a la cabeza a mamá fue hacer en ciclo complementario de preparación para la docencia allá mismo en el pueblo. La verdad la idea no me entusiasmaba, no por la profesión, sino porque yo quería salir del pueblo sin tener en cuenta que lo mejor que me podría pasar era quedarme otros dos años viviendo con mi mamá, pero las cosas pasan por algo. En enero del 2007 ya estaba esperando que se abrieran las inscripciones para el ciclo complementario, no estaba muy ansiosa pues o que no le gusta a uno simplemente no se come.
Con mi hermano Oscar Javier
Con mi papá, Luis Alfredo Castillo
Una tarde me llamó papá y me dijo: “hija si quiere estudiar en la UIS haga un preicfes y preséntese, necesito que se venga lo más rápido posible porque ya le tengo el curso”, pues sí, alisté mi maletica y me vine a Bucaramanga, mamá se quedó llorando y yo cuando me subí al carro no podía contener, me dio mucha tristeza, las despedidas a nadie le gustan. Cuando llegué me enfrenté a lo que menos me gustaba, caminar sola por la calle, en una ciudad es mucho más feo porque hay que estar pendiente del ladrón, de los carros, de la hora etc. En la ciudad todo cambia, todos somos desconocidos, no se puede confiar en nadie, se está solo en todo lugar.
En el curso hice como dos amigas porque el resto ya tenían roscas y eran hijos de papi y mami. Mis primeras dos semanas en Bucaramanga eran torturantes, me hacía falta mi mamá, mi hermana, mi perro, mi cama, mi casa. Transcurrió el curso, presenté el icfes y los resultados eran buenos pero no como para presentarme a derecho, por eso se me iluminó el foco y pensé en estudiar Licenciatura en español y literatura, pues esa materia me encantaba, me gustaba leer y analizar figuras literarias en los poemas de Sor Juana Inés, la historia del siglo de oro de la literatura española y la transformación de categorías gramaticales.
Con Laudy Perez, una compañera
Entré a la UIS en el segundo semestre de 2008 a la carrera, ése primer día de universidad fue duro porque estaba totalmente sola, en el auditorio Luis A. Calvo muchas personas se habían hablado, ya se habían conocido pero y seguía sola. Nos dirigíamos a ciencias humanas cuando alguien me toca el hombro miré y era un muchacho de San Andrés, Cristian, me dijo “Hola Ana María, ¿a qué carrera entró?” yo le respondí que a la licenciatura en español y él me dijo que también, me pasó un fresquito por el cuerpo y pensé “ya no voy a estar sola”. Con Cris creció una linda amistad que día tras día se hace más fuerte.
Con Cristian Javier
En el curso de la carrera hemos llorado, reído, nos hemos estresado y angustiado, como en primer semestre cuando nos enfrentamos por primera vez al francés, teníamos un profesor, Geroges, a sus clases entrábamos tensionados con miedo de que nos fuera a preguntar algo o que se fuera a burlar de nuestra pronunciación, igualmente Puno Ardila nos dio la bienvenida con el “Español correcto para Dummies” y el bombardeo de preguntas en clase, Taller de lenguaje I fue la materia más angustiante que he tenido, pero ya superada han venido otras como Lírica y Dramaturgia con Jimmy Fortuna, pero cada profesor tiene su manera de exigir y su método de enseñanza y eso es respetable. Cada día aprendo más, cada día leo más y eso me fortalece, la lectura es mi compañía en los momentos en los que me siento sola.
Aquí voy, en sexto semestre en abril del 2012, voy con toda, tengo buenos amigos, tengo la ayuda económica de mi papá, tengo a mi mamá que me acompaña en la distancia y a mi hermano con el que cuento incondicionalmente, tengo un novio hermoso y tengo un proyecto de vida muy bien definido con miras ser una buena docente de español y que seguramente con disciplina y responsabilidad puedo lograr plenamente.
Mi sobrino Oscar Andrey, tiene seis años
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